Las emociones provocan reacciones en tu conducta, en tu sistema nervioso y por ende en tu lenguaje corporal; estas están ligadas a una serie de procesos inconscientes a nivel neurológico y bioquímico.
Para algunos autores las emociones básicas son: alegría, ira, miedo, tristeza, asco y sorpresa. Éstas, varían de intensidad dependiendo de diversos factores y el contexto en que se haya desarrollado cada individuo cambiará la interpretación que da, a ciertos eventos en su día a día.
Es muy importante el reconocer lo que estás sintiendo para poder trascender la emoción y dar un sentido adecuado a las experiencias que vives como persona, cabe mencionar que el hecho de reconocer qué te provoca una emoción determinada te permite ser ecuánime al momento de tomar decisiones importantes.
Probablemente conoces personas que de pronto son embargadas por la tristeza o la cólera y debido a eso deciden arrebatadamente, otras que por el contario se muestran aparentemente tranquilas pero físicamente presentan enfermedades del hígado o la vesícula, si bien, existen otros factores para estar enfermos, la forma en que procesan las emociones es diferente; pero ambos son extremos que muchas veces se viven por la falta de reconocimiento de lo que están sintiendo.
Te invitamos a que te observes y verifiques qué ocurre contigo y tus emociones, es muy útil saber qué originan esas reacciones en ti, para encausar cualquier sentimiento que se desarrolle a partir de ellas. Por ejemplo, si eres una persona muy dinámica y en tu trabajo estás realizando un proyecto, seguramente te da una sensación de satisfacción el verlo culminado, pero si por situaciones ajenas a ti comienzan a presentarse obstáculos que trunquen el desarrollo del mismo, muy probablemente comenzarás a generar un sentimiento de frustración, el cual repercutirá en tu conducta, a menos de que identifiques el origen y en lugar de frustración, generes alternativas para proponer opciones que te permitan volver al sentimiento de gusto por tu trabajo. En la vida personal ocurre exactamente lo mismo, así que, observa qué estás pensando, qué emociones estás generando y cuáles te son útiles para lograr tus objetivos.
Es muy importante el reconocer lo que estás sintiendo para poder trascender la emoción y dar un sentido adecuado a las experiencias que vives como persona, cabe mencionar que el hecho de reconocer qué te provoca una emoción determinada te permite ser ecuánime al momento de tomar decisiones importantes.
Probablemente conoces personas que de pronto son embargadas por la tristeza o la cólera y debido a eso deciden arrebatadamente, otras que por el contario se muestran aparentemente tranquilas pero físicamente presentan enfermedades del hígado o la vesícula, si bien, existen otros factores para estar enfermos, la forma en que procesan las emociones es diferente; pero ambos son extremos que muchas veces se viven por la falta de reconocimiento de lo que están sintiendo.
Te invitamos a que te observes y verifiques qué ocurre contigo y tus emociones, es muy útil saber qué originan esas reacciones en ti, para encausar cualquier sentimiento que se desarrolle a partir de ellas. Por ejemplo, si eres una persona muy dinámica y en tu trabajo estás realizando un proyecto, seguramente te da una sensación de satisfacción el verlo culminado, pero si por situaciones ajenas a ti comienzan a presentarse obstáculos que trunquen el desarrollo del mismo, muy probablemente comenzarás a generar un sentimiento de frustración, el cual repercutirá en tu conducta, a menos de que identifiques el origen y en lugar de frustración, generes alternativas para proponer opciones que te permitan volver al sentimiento de gusto por tu trabajo. En la vida personal ocurre exactamente lo mismo, así que, observa qué estás pensando, qué emociones estás generando y cuáles te son útiles para lograr tus objetivos.