Se dice que el tequila, se llama así, pero su segundo nombre es mezcal, ya que proviene del agave, la diferencia principal es que el Tequila, se hace únicamente con agave azul; su nombre proviene de su lugar de origen.
Pero el mezcal es realizado con varios tipos de agaves y en nuestro país existen 23 especies de maguey conocidas, de las cuales el Espadín, Tobalá, Cuishé, Tepezate, Papalote, Cenizo, Estoquillo, Mexicano y Coyote; principalmente, son con los que se produce esta deliciosa bebida.
En 1994, de acuerdo a un estudio realizado por antropólogos de la UNAM, encontraron que en las Comunidades indígenas de Oaxaca realizaban mezcal artesanal, en ollas de barro antiquísimas, fue en ese mismo año cuando se le dio denominación de origen del mezcal a los estados de Oaxaca, Durango, Guanajuato, Guerrero, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas y hasta 2018 se agregaron los estados de: Aguascalientes, Morelos y al Estado de México.
Cabe mencionar que su nombre proviene del náhuatl mexcalli que significa maguey cocido, en estudios antropológicos se ha encontrado que esa bebida alcohólica se hacía desde la época prehispánica y que durante la colonia, con la llegada de los alambiques filipinos, se empezó a destilar en ellos, ya que el aguamiel sustituyó a las bebidas de coco y palma que hacían los filipinos.
Hoy en día encontramos diferentes tipos de mezcal que podemos degustar, ya sea blanco, madurado en vidrio, reposado o añejo y una cosa es muy cierta, para todo mal mezcal y para todo bien, también.
