Elixir de la eternidad

El origen de las bebidas fermentadas data desde la era paleolítica, ya que se descubrió que al fermentar semillas y hierbas se conservaban de manera diferente y su sabor cambiaba, esto fue 9000 A.C.

Dentro de las bebidas alcohólicas más antiguas encontramos a la cerveza y el vino, las cuales fueron muy importantes en las civilizaciones, griegas, egipcias y romanas, pero los árabes fueron los primeros en realizar procesos de destilación y en Egipto se crearon reglamentos de cómo elaborar cerveza de manera comercial.

Dentro de las bebidas alcohólicas, existen dos formas diferentes de realizarlas, una es por medio de la fermentación como lo es con la sidra, el vino y la cerveza y la destilación la cual se realiza después de haber fermentado durante algún tiempo como en el caso del tequila, mezcal o el aguardiente. 

En el siglo VIII, los árabes destilaban con el afán de conseguir un elixir de la eternidad, mediante un proceso de purificación y fusión de agua y alcohol para así obtener el espíritu de la bebida, de ahí el origen del nombre de Espirituosos o Aguardiente.